1.
Modifica tu lista de la compra: fundamental para comenzar a
mejorar tu alimentación. Una buena dieta se comienza haciendo una compra
saludable. Céntrate en productos frescos y evita los alimentos procesados. La
mayor parte de alimentos deben ser frutas, verduras y hortalizas, sin
olvidarnos de la carne y pescado.
2.
Aprende a cocinar: Si no sabemos cocinar, seguramente acabemos
comiendo alimentos precocinados o “cualquier cosa” que nos encontremos en el
frigorífico. Dominar técnicas culinarias como el cocinado al vapor, la plancha,
el papillote o el horno, va a ser fundamental para hacer más sana nuestra
dieta. Saber cocinar ahorra calorías y mejora el sabor de nuestra lista de la
compra.
3.
Bebe agua y limita el consumo de refrescos y alcohol: Uno
de los grandes lastres de la dieta es la cantidad de calorías que bebemos. El
agua debe ser la bebida principal y refrescos o alcohol bebidas esporádicas, a
tomar de forma puntual durante la semana. Si somos capaces de asimilar este
hábito, tenemos mucho ganado.
4.
Frutas, verduras y hortalizas no deben faltar: no
podemos pasar ni un solo día sin tomar alimentos de estos grupos. Son los que
nos van a proporcionar gran parte de las vitaminas, minerales y fibra,
nutrientes fundamentales para el normal desarrollo del organismo. Intenta que
en cualquier comida principal haya al menos un alimento de cada grupo.
5.
Haz ejercicio a diario: otro de los pilares fundamentales para
llevar una vida sana. Aquí lo principal es escoger un deporte que te motive y
te guste, para poder realizarlo a diario. Unos 30 minutos diarios de actividad
física suponen un empujón enorme a tu salud. Y si un día no tienes tiempo, haz
aunque sea 15 minutos de trote o ejercicios en casa: todo vale.
6.
Olvídate del sedentarismo: subir escaleras, ir al trabajo andando
o en bici, no pasarnos más de 30 minutos en el sofá…son pequeños gestos de la
vida diaria que nos hacen menos sedentarios y más saludables. Evita todo lo que
sea estar sentado sin hacer nada y sal a la calle a moverte.
7.
Reduce el estrés en tu vida: este es uno de los aspectos
más descuidados y que no se suelen tomar en cuenta. Intenta reducir al mínimo
tu nivel de estrés, que sobre todo suele darse en el trabajo. Un exceso de
estrés nos lleva al cansancio crónico y a no ser felices, algo muy importante
si queremos tener una vida saludable.
8.
Mejora tus hábitos de descanso: un horario de descanso
regular puede ayudarnos mucho a recuperarnos del cansancio del día anterior. Un
buen colchón, un ambiente óptimo de descanso y dormir de 7 a 8 horas,
encontrando nuestro horario de sueño, te ayudará a dormir mejor. Evita
acostarte viendo el móvil o la tele, son estímulos que entorpecen el sueño.
9.
Limita el consumo de sal y azúcares: ambos suelen estar muy
presentes en la dieta. Hace poco la OMS disminuyó las recomendaciones de azúcar
en la dieta. Para esto es muy importante conocer los alimentos, leer su
etiquetado nutricional y saber qué cantidades de azúcar y sal comemos a diario.
Un exceso de azúcar contribuye a la obesidad y un exceso de sal alimenta los
procesos hipertensivos.
10.
Introduce fibra en tu dieta: la fibra es, sin duda, la
gran olvidada de la dieta. Es muy importante para regular el tránsito
intestinal y para producir la sensación de saciedad que hará que no nos pasemos
con las calorías. Los beneficios de la fibra harán que el organismo funcione
mejor. Alimentos como las frutas, verduras y hortalizas son ricas en fibra, de
ahí, también, su importancia en la dieta.
Bibliografía
http://noticias.universia.es/en-portada/noticia/2012/10/30/977957/10-consejos-alimentacion-salud.
http://www.cdc.gov/healthyweight/spanish/losingweight/eatinghabits.html
Bibliografía
http://noticias.universia.es/en-portada/noticia/2012/10/30/977957/10-consejos-alimentacion-salud.
http://www.cdc.gov/healthyweight/spanish/losingweight/eatinghabits.html
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